El conjunto fue elaborado manualmente con telas traídas desde Paraguay y bordados que evocan la flor del naranjo, símbolo típico del paisaje que rodea la Basílica.
En el marco de los preparativos para la celebración patronal, la figura original de la Virgen de Itatí lucirá un vestuario completamente renovado, confeccionado especialmente para esta ocasión por la diseñadora Mónica Acuña.
El conjunto está compuesto por un manto, mangas y una pechera, y fue creado con esmero y una profunda carga espiritual. Según explicó Acuña, todo el proceso de diseño se llevó adelante siguiendo cuidadosamente las indicaciones de las camareras del Santuario, quienes definieron tanto las proporciones como los elementos simbólicos que debía llevar el nuevo vestuario.
“El diseño del manto, en tono celeste bandera, está inspirado en la flor del naranjo, planta característica del entorno natural de la Basílica”, detalló la diseñadora. El bordado fue aplicado sobre una base de raso doble, traída desde Paraguay, al igual que los hilos dorados que se usaron para realzar los detalles.
Entre los elementos destacados del conjunto se encuentran delicadas puntillas doradas que se integran armónicamente con los bordados, y el emblema Mariano —la M y la A entrelazadas— símbolo del Ave María, presente tanto en el manto exterior como en las prendas internas. Estas últimas fueron elaboradas en brocato blanco con relieves, respetando el mismo motivo ornamental.
Una capa de tul chantilly blanco, adornada con medias perlas, completa el vestuario, aportando un aire de sobriedad y distinción. Todo el trabajo de diseño y confección se realizó en el taller de Acuña y demandó dos meses de labor continua.
“Estoy profundamente agradecida con mi Madrecita por esta oportunidad tan especial para mí y para mi familia. Le pido que su bendición nos acompañe en estos tiempos complejos”, expresó con emoción Mónica Acuña al equipo de prensa de la Basílica.
