El Domingo de Ramos: Un Llamado a la Misericordia y el Servicio en Tiempos de Crisis

14 de abril de 2025

En su homilía, monseñor José Adolfo invita a la reflexión sobre la pasión, muerte y resurrección de Jesús, destacando la misericordia y el servicio como claves para construir un mundo más justo y humano.

Con la celebración del Domingo de Ramos, dio inicio a la Semana Santa, un tiempo litúrgico en el que la Iglesia conmemora, recuerda y actualiza la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo. En este día, los fieles revivieron la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén, recibida por una multitud que agitaba ramas, mientras la comunidad de la parroquia bendecía los ramos y realizaba la tradicional procesión, evocando el recorrido hecho por Cristo.

Monseñor José Adolfo, en su homilía, destacó la relevancia de este momento como una oportunidad para reafirmar la fe, fortalecer los lazos comunitarios y renovarse espiritualmente. En sus palabras, instó a los presentes a comprometerse con la construcción de un mundo más humano, frente al debilitamiento de los vínculos sociales y las realidades de injusticia, hambre y falta de trabajo que hoy afecta a tantas personas.

Este año, la liturgia nos propone reflexionar sobre los textos del Evangelio según san Lucas, destacando varios aspectos importantes que iluminan la vivencia de la pasión de Jesús, especialmente en estos tiempos difíciles. En primer lugar, monseñor subrayó la importancia de la misericordia que Jesús derramó incluso en su sufrimiento más extremo. «Padre, perdónales porque no saben lo que hacen», resonó en la homilía, reflejando la profunda compasión de Jesús hacia sus verdugos.

San Lucas presenta la cruz como un nuevo tiempo de misericordia y perdón, donde la actitud de arrepentimiento, incluso en circunstancias extremas, se convierte en un acto de esperanza. A través del perdón ofrecido por Jesús, se abre un camino hacia la reconciliación y la redención.

Otro tema central en la reflexión de monseñor fue el servicio de Jesús, quien, a lo largo de su vida y en su pasión, se mostró como el siervo obediente que se entrega por amor a la humanidad. En la cruz, Jesús cumple su misión como siervo, transformando su sufrimiento en un acto de amor redentor. En este contexto, las mujeres que acompañaron a Jesús, especialmente en el momento de su muerte, también fueron destacadas como ejemplos de servicio y compasión.

La pasión de Jesús, según monseñor José Adolfo, se convierte en un modelo de cómo debemos vivir el servicio y la misericordia en nuestras propias vidas. En un mundo cada vez más polarizado, marcado por ideologías enfrentadas y la falta de diálogo, el llamado es a cultivar la empatía, la escucha genuina y el perdón. Es a través de estos pequeños actos cotidianos de misericordia y servicio que podemos construir una sociedad más justa y solidaria.

En su reflexión final, monseñor José Adolfo pidió a los presentes que se conviertan en portadores de la misericordia y el servicio que brota del amor de Cristo. «¡Bendito seas porque vienes en el nombre del Señor, bendito seas porque vienes en el nombre del Amor!» expresó, invitando a vivir estos valores en cada acción diaria, buscando hacer del Reino de Dios una realidad palpable en este mundo. Así, el Domingo de Ramos no solo es un recordatorio del sacrificio de Jesús, sino una llamada urgente a transformar nuestra sociedad a través de la compasión, el perdón y la solidaridad.